AyTBUAP 5(19)

Editorial 5(19) AyTBUAP. ¿Qué necesitamos saber sobre Oligosacáridos de la Leche Humana (HMOs)?

Abdelali Daddaoua iD*

Universidad de Granada, Granada, España. * daddaoua@ugr.es

http://doi.org/10.5281/zenodo.5094150

Bajar cita (RIS): Daddaoua, 2020 AyTBUAP 5(19):i-iv

Editado por: Jesús Muñoz-Rojas (Instituto de Ciencias, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla)

Fecha de Publicación: 27 de agosto de 2020

EOI: https://eoi.citefactor.org/10.11235/BUAP.05.19

URI: https://hdl.handle.net/20.500.12371/9417

Referencia: Daddaoua A. Editorial 5(19) AyTBUAP. ¿Qué necesitamos saber sobre Oligosacáridos de la Leche Humana (HMOs)? Alianzas y Tendencias BUAP [Internet]. 2019;5(19):1–4. Available from: https://www.aytbuap.mx/publicaciones#h.y3ft3sx9przx

RESUMEN

La leche humana contiene oligosacáridos (OSLH) con efecto prebiótico, son complejos y de amplia variedad estructural, habiéndose identificado más de 130 estructuras distintas formando parte de los alimentos funcionales (AF) utilizados tanto por la industria alimentaria como farmacéutica. Se ha descrito que estos OSLH poseen un papel único e importante en el crecimiento y desarrollo del niño. Especialmente, durante los primeros meses de vida contribuyen al establecimiento de la microbiota intestinal. En este contexto, por su estructura, los OSLH pueden actuar como receptores de virus y bacterias bloqueando la adherencia de éstos a células eucariotas y previniendo por tanto la infección. Adicionalmente, los OSLH son esenciales para el desarrollo del sistema inmune del recién nacido, pero también para la protección y modulación de la respuesta inmune en el adulto.

En general, los oligosacáridos son fundamentales para el desarrollo saludable de las personas y en tiempos de COVID-19 las estrategias multidisciplinarias son las que salvaguardarán la calidad de vida, tratando de mantener un equilibrio para un estado de alimentación correcto y una inmunidad fortalecida. En este número de Alianzas y Tendencias BUAP 5(19) se publicaron 3 artículos originales y 3 revisiones. El conocimiento desarrollado a la fecha podría servirnos de base para una mejor producción agrícola, mejor alimentación y estimulación de la salud humana, pero si esa estrategia es rebasada por una infección viral se debe implementar una respuesta efectiva contra las enfermedades con el uso de fármacos y vacunas dirigidos contra el virus en cuestión.

Palabras clave: OSHL; microbiota intestinal; Alianzas; Tendencias BUAP.


ABSTRACT

Human milk contains oligosaccharides (OSLH) with a prebiotic effect. They are complex and have a wide structural variety. More than 130 different structures have been identified as part of the functional foods (FA) used by both the food and pharmaceutical industries. These OSLHs have been described as having a unique and important role in the growth and development of the child. Especially during the first months of life, these contribute to the establishment of the intestinal microbiota. In this context, due to their structure, OSLHs can act as receptors for viruses and bacteria, blocking their adherence to eukaryotic cells and therefore preventing infection. Additionally, OSLH are essential for the development of the newborn's immune system, but also for the protection and modulation of the immune response in the adult.

In general, oligosaccharides are essential for the healthy development of people and in times of COVID-19, multidisciplinary strategies are those that will safeguard the quality of life, trying to maintain a balance for a correct diet and a strengthened immunity. In this issue of Alliances and Trends BUAP 5 (19), 3 original articles and 3 reviews were published. The knowledge developed to date could serve as the basis for better agricultural production, better nutrition and stimulation of human health, but if this strategy is exceeded by a viral infection, an effective response against diseases must be implemented with the use of drugs and vaccines directed against the virus in question.

Keywords: OSHL; intestinal microbiota; BUAP Alliances; Trends.

EDITORIAL

Comúnmente se denominan como ALIMENTOS FUNCIONALES (AF) o PREBIÓTICOS los alimentos y componentes alimentarios que, tomados como parte de la dieta, proporcionan beneficios más allá de sus valores nutricionales tradicionales, bien sea mejorando una función del organismo o reduciendo el riesgo de una enfermedad. Entre sus beneficios, los AF cuentan con la ventaja de no poseer efectos secundarios más allá de molestias menores en algunos casos, tales como gases. Los AF utilizados en la industria farmacéutica reciben el nombre de nutracéuticos. Es evidente, que además del valor terapéutico que estos alimentos tienen, su obtención es de gran interés para la industria alimentaria y farmacéutica por la repercusión económica que supone el desarrollo y la comercialización de este tipo de alimentos y de productos que los contengan.

En este contexto y durante décadas, la lactancia del recién nacido con la leche materna ha estado presente en los relatos de destacados filósofos, médicos e historiadores porque ha sido la única forma de garantizar su salud y su supervivencia. Asimismo, su malogro era principalmente causa de mortalidad infantil. La leche humana contiene oligosacáridos (OSLH (HMOs: por sus siglas en inglés)), también denominados fibra soluble de la leche, constituyen el tercer componente en abundancia en la leche materna humana (aproximadamente hasta 20 g/L) presentando mayor complejidad y variedad estructural que el de otras especies, habiéndose identificado más de 130 estructuras distintas formando parte de los alimentos funcionales (AF) utilizados tanto por la industria alimentaria como farmacéutica. La estructura de algunos OSLH con efecto prebiótico, se muestran en la figura 1.

Se ha descrito que estos OSLH poseen un papel único e importante en el crecimiento y desarrollo del niño. Especialmente, durante los primeros meses de vida contribuyen al establecimiento de la microbiota intestinal [1]. Además, los OSLH específicos pueden inducir el crecimiento de cepas de bifidobacterias o firmicutes e inhibir el de bacteroides, enterobacterias o clostridios. Así, en un estudio con sialil-lactosa (SL), Moon y colaboradores (2016) describieron que puede ser utilizada como única fuente de carbono por cepas de bifidobacterias y no por enterobacterias o clostridios. Asimismo, demostraron que el crecimiento de las primeras se veía incrementado, mientras que se inhibía el de clostridios y enterobacterias [2]. Por otra parte, estudios in vitro realizados con los OSLH (LNnT, 2´-FL y 6´-SL) sobre crecimiento de cepas específicas de enterobacterias relacionadas con la enterocolitis necrotizante demostraron también que ninguna de las bacterias patógenas eran capaces de crecer cuando estos OSLH eran la única fuente de carbono [3].

Figura1. Estructura de algunos pequeños OSLH con efecto prebiótico.

En este contexto, por su estructura, los OSLH pueden actuar como receptores de virus y bacterias bloqueando la adherencia de éstos a células eucariotas y previniendo por tanto la infección [4]. Primordialmente, Se ha observado que actúan como factores antiadherentes de Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli, Campilobacter jejuni, Vibrio cholerae o el HIV, entre otros [5].

Adicionalmente, los OSLH son esenciales para el desarrollo del sistema inmune del recién nacido, pero también para la protección y modulación de la respuesta inmune en el adulto [6] reduciendo la proliferación de las células de las criptas intestinales, induciendo la maduración de células intestinales, incrementando la función de barrera, regulando la función de células caliciformes (productoras de moco), favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas por su efecto prebiótico y alterando las poblaciones de células inmunológicas y de la secreción de citokinas.

A pesar de estos estudios que sugieren que los OSLH ejercen efectos beneficiosos como AF o nutracéuticos, estos OSLH no han sido muy estudiados, en comparación con otros OS (fructooligosacáridos o galactooligosacáridos). Este hecho se debe a su alta variabilidad estructural, unida a problemas analíticos para su caracterización y a la difícil disponibilidad de cantidades importantes de leche materna. Sin embargo, el gran desarrollo, en las últimas décadas, de las herramientas biotecnológicas necesarias para su caracterización y su producción en grandes cantidades y con un alto grado de pureza, permitiendo su abaratamiento, ha propiciado que actualmente puedan ser estudiados para desarrollar nuevas aplicaciones biotecnológicas desde el punto de vista económico y sanitario.

En general, los oligosacáridos son fundamentales para el desarrollo saludable de las personas y en tiempos de COVID-19 las estrategias multidisciplinarias son las que salvaguardarán la calidad de vida, tratando de mantener un equilibrio para un estado de alimentación correcto y una inmunidad fortalecida. En este número de Alianzas y Tendencias BUAP 5(19) se publicaron 3 artículos originales y 3 revisiones. El primer artículo nos muestra como los hongos pueden contribuir a la solubilización de fósforo (indispensable para el desarrollo de plantas), el segundo manuscrito describe como las bacterias benéficas pueden contribuir al desarrollo del cacahuate (una planta de interés agrícola), el tercer manuscrito aborda el estado de ansiedad y depresión de los estudiantes de licenciatura de las áreas de ciencias naturales y exactas de la BUAP-México, el cuarto y sexto manuscrito recopilan información sobre el desarrollo de antivirales, terapias y candidatos a la vacuna contra el virus emergente del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), así como los mecanismos moleculares implicados. El quinto artículo muestra la relevancia de la terapia antivirulencia contra bacterias multirresistentes en tiempos de COVID-19. El conocimiento desarrollado a la fecha podría servirnos de base para una mejor producción agrícola, mejor alimentación y estimulación de la salud humana, pero si esa estrategia es rebasada por una infección viral se debe implementar una respuesta efectiva contra las enfermedades con el uso de fármacos y vacunas dirigidos contra el virus en cuestión.

ISSN: 2594-0627