Burkholderia pseudomallei y melioidosis: distribución, detección, diagnóstico, tratamiento y prevención
Georgina Meza-Radilla1 iD, J. Antonio Ibarra2 iD, Paulina Estrada-de los Santos1* iD
1Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Laboratorio de Biotecnología Microbiana. Prol. Carpio y Plan de Ayala s/n, Col. Santo Tomás, Alcaldía Miguel Hidalgo. C.P. 11340. Ciudad de México, México. 2Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Laboratorio de Genética Microbiana. Prol. Carpio y Plan de Ayala s/n, Col. Santo Tomás, Alcaldía Miguel Hidalgo. C.P. 11340. Ciudad de México, México. *pestradadelossantos@gmail.com
http://doi.org/10.5281/zenodo.15571285
Bajar cita (RIS): Meza-Radilla et al., 2025 AyTBUAP 10(38):1-28
Editado por: Jesús Muñoz-Rojas (Instituto de Ciencias, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).
Recibido: 14 de octubre 2024. Aceptado: 17 de abril 2025. Fecha de publicación: 01 de junio de 2025
URI: https://hdl.handle.net/20.500.12371/28628
Referencia: Meza-Radilla G, Ibarra JA, Estrada-de los Santos P. Burkholderia pseudomallei y melioidosis: distribución, detección, diagnóstico, tratamiento y prevención. Alianzas y Tendencias BUAP. 2025;10(38):1–28. Disponible en: https://www.aytbuap.mx/aytbuap-1038/burkholderia-pseudomallei-y-melioidosis
RESUMEN
La melioidosis es una enfermedad causada por Burkholderia pseudomallei, una bacteria que suele encontrarse globalmente en regiones tropicales y subtropicales, particularmente se ha detectado en cultivos de arroz. Esta enfermedad es común en el norte de Australia y el sur de Asia, pero también se ha localizado en África, Sudamérica y México. La infección se da después de una exposición ambiental a través de heridas, inhalación o ingestión, y es fuertemente asociada a comorbilidades que afectan el sistema inmune, tal es el caso de la diabetes mellitus. La melioidosis es difícil de diagnosticar, le llaman la gran imitadora, ya que se puede confundir con la tuberculosis. La bacteria es encontrada en suelo y agua, donde sobrevive por años en condiciones adversas. Es resistente a antibióticos, con un genoma que contiene genes que codifican para factores de virulencia. La distribución de B. pseudomallei en México ha ido en aumento, con un incremento en diagnósticos en los últimos años. Recientemente, la enfermedad se ha detectado en regiones no tropicales, incluso en zonas áridas, y se ha planteado que los cambios climáticos globales podrían ampliar su distribución al aumentar las lluvias en áreas no tropicales.
Palabras clave: agua; neumonía; regiones áridas; suelo.
ABSTRACT
Melioidosis is a disease caused by Burkholderia pseudomallei, a bacterium found primarily in tropical and subtropical regions worldwide, especially in rice fields. It is commonly present in the North of Australia and the South of Asia, but it has also been found in Africa, South America, and Mexico. The infection occurs through environmental exposure via wounds, inhalation, and ingestion, and it is strongly associated with comorbidities that impair the human immune system, such as diabetes mellitus. Melioidosis is difficult to diagnose; it is called the great imitator, and it might be mistaken for tuberculosis. The bacterium resides in soil and water, where it can survive for years in harsh environments. It is also highly resistant to antibiotics, with a genome containing genes for environmental survival and virulence factors. In Mexico, the distribution of B. pseudomallei has increased, with a rising number of melioidosis cases in recent years. More recently, the disease has been detected in non-tropical regions, including arid areas. It has been suggested that climate change might contribute to the bacterium's wider distribution due to increased rainfall in non-tropical regions.
Palabras clave: arid regions; pneumonia; soil; water.
INTRODUCCIÓN
La melioidosis es una enfermedad de origen bacteriana causada por Burkholderia pseudomallei, un saprófito ambiental que se encuentra mayormente asociado a diferentes cultivos, prevaleciendo en arroz, donde existe un alto contenido de humedad, el cual parece ser un factor importante para la presencia de esta bacteria [1]. Dicha afección es propia de áreas caracterizadas por climas tropicales y subtropicales, específicamente en regiones como el norte de Australia y el sur de Asia. En la actualidad, se han documentado casos de melioidosis en África y, más recientemente, en Sudamérica y México [2]. Las estimaciones estadísticas sobre la prevalencia mundial de la melioidosis sugieren que hay una tasa de hasta 89,000 muertes anuales [3]. Desafortunadamente, se predice que con el cambio climático la incidencia de melioidosis podría incrementarse en algunas regiones debido a climas extremos que conducen a intensas lluvias provocadas por tormentas o huracanes [4]. El modelado de la presencia de B. pseudomallei basado en un análisis de reportes de B. pseudomallei y las condiciones ambientales donde podría encontrarse la bacteria, pronostica que la melioidosis no es diagnosticada en gran medida [3], lo cual se atribuye a un limitado acceso a laboratorios de diagnóstico y a la carencia de conocimiento de la enfermedad y B. pseudomallei en el sistema de salud [5].
El diagnóstico de la melioidosis no es fácil, dado que depende de la dosis de inóculo bacteriano, la vía de adquisición, comorbilidades en la persona infectada (como diabetes mellitus, afecciones renales, alcoholismo o edad avanzada), y probablemente las diferencias en las cepas de B. pseudomallei en relación con su virulencia [4]. Las comorbilidades, especialmente la diabetes mellitus, son el factor de riesgo más importante en la severidad de la infección y define el desenlace del paciente debido a la misma.
Taxonomía
Burkholderia pseudomallei, originalmente clasificada como Pseudomonas pseudomallei [6], es en realidad un miembro del género Burkholderia, que a su vez pertenece al Filo Pseudomonadota, en particular a la clase betaproteobacteria, un grupo compuesto por varias familias que incluyen especies patógenas similares a la familia Neisseriaceae y a la propia Burkholderiaceae. La familia Burkholderiaceae está compuesta por 23 géneros, algunos de ellos son Burkholderia, Caballeronia, Chitinomonas, Cupriavidus, Pandoraea, Ralstonia, Trinickia, Mycoraea, Etohabitans, Robbsia y Pararobbsia, entre otros [7].
El grupo B. pseudomallei (Fig. 1), se encontraba inicialmente constituido por las especies Burkholderia mallei, B. pseudomallei y Burkholderia thailandensis; siendo B. mallei el causante etiológico del muermo o “glanders”, enfermedad similar a B. pseudomallei, sus principales vías de infección son la ingesta, inhalación y contacto con secreciones infecciosas [8]. El muermo ha sido erradicado en Europa y Norteamérica, aunque aún prevalece de forma restringida en África, Asia, el medio Oriente y el resto del continente americano [9]. Posteriormente, se describieron a Burkholderia oklahomensis y Burkholderia humptydooensis de las regiones de las cuales provienen su epíteto, Oklahoma, EUA y Humpty Doo, Australia, respectivamente [10, 11]. Finalmente, en los últimos años se han descrito dos nuevas especies cercanas a B. oklahomensis, las cuales fueron nombradas como Burkholderia mayonis y Burkholderia savannae [12]. En la actualidad el grupo de B. pseudomallei está compuesto por 8 especies de saprófitos ambientales, entre las que únicamente B. mallei y B. pseudomallei son reconocidas como agentes patógenos, en tanto que las especies B. oklahomensis y B. thailandensis rara vez han sido reportadas como patógenos. Además, del grupo B. pseudomallei dentro del género Burkholderia, también se encuentra el complejo Burkholderia cepacia (conocidas por patógenas oportunistas) y un grupo pequeño de bacterias patógenas de plantas.
Infección por Burkholderia pseudomallei
La mayoría de los individuos expuestos a B. pseudomallei, no desarrollan melioidosis. Sin embargo, la diabetes mellitus y otras condiciones que afectan la respuesta inmune innata y adaptativa son factores de riesgo importantes [4]. Esta especie bacteriana tiene la capacidad de invadir y reproducirse dentro de las células epiteliales, ya sea en la superficie del tejido mucoso o en la piel dañada [13]. Una vez que se ha infiltrado con éxito en las células o ha sido fagocitada por ellas, logra eludir los mecanismos que normalmente provocarían la muerte celular y escapa del fagosoma. Además, tiene la capacidad de generar colas de actina mediadas por BimA, una proteína auto transportadora [14], que a su vez la impulsan hacia las membranas de las células hospedadoras; lo que ayuda a la diseminación de las bacterias de una célula a otra generando que, estas membranas se fusionen para dar a lugar a células gigantes multinucleadas (MNGC, multinucleated giant cells, por sus siglas en inglés) [4].
Figura 1. Análisis filogenómico del grupo Burkholderia pseudomallei utilizando el programa up-to-date bacterial core gene set (UBCG). Un total de 92010 nucleótidos fueron utilizados en el análisis. El árbol filogenómico fue inferido con el método de máxima verosimilitud. El índice de soporte de genes se observa en las ramas. La barra corresponde a 0.02 sustituciones de nucleótidos por posición. Como grupo externo se utilizó a Burkholderia cepacia ATCC 25416T. Elaboración propia.
Entre los distintos factores de virulencia con los que cuenta B. pseudomallei, destacan el lipopolisacárido (LPS), el polisacárido capsular (CPS), el flagelo, los pili, las adhesinas y los sistemas de secreción, como son el tipo III (SST3) y el tipo VI (SST6). Dichos factores juegan un papel importante durante la invasión y adhesión celular, así como en el ciclo intracelular (Tabla 1) [13]. Algunos de estos determinantes de patogenicidad, como sus polisacáridos y la flagelina, son reconocidos como patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP’s, pathogen-associated molecular patterns, por sus siglas en inglés) [15] por los receptores tipo Toll (TLR, Toll-like receptors, por sus siglas en inglés), que incluye TLR1, TLR2, TLR4 y TLR5, activando la respuesta inmune innata y posteriormente la respuesta inmune adaptativa, la cual tiende a ser efectiva contra la bacteria cuando el hospedero cuenta con un sistema inmune sano [4].
Cuadro clínico
Las diversas vías por las que B. pseudomallei puede ingresar y provocar una infección en el cuerpo humano incluyen la inhalación, la ingestión y la inoculación cutánea; sin embargo, se han documentado casos en los que se ha producido una transmisión del patógeno por el consumo de leche materna [24]. La inhalación tiende a derivar en una infección rápida y fulminante [2], así entonces la principal forma de adquirir la enfermedad es por exposición directa en el ambiente (89%), ya que la transmisión entre humanos y/o animales rara vez ha sido reportada [1].
El cuadro clínico que pueden presentar los pacientes enfermos de melioidosis varía dependiendo del origen de la infección, ingesta o inhalación, lo que dificulta el diagnóstico correcto, pues B. pseudomallei es conocida como una “imitadora” de otras enfermedades, entre las que destaca la tuberculosis [25]. Los principales órganos que se ven afectados son los pulmones, ya sea de forma diseminada o localizada como abscesos o empiemas, desarrollando incluso una enfermedad pulmonar crónica, aunque también se puede presentar en forma de encefalomielitis, osteomielitis, artritis séptica, y afectando también órganos como la piel, riñones, bazo, próstata e hígado [26]. En menos del 50% de los casos se desarrolla una bacteriemia que suele derivarse en un shock séptico causando la muerte del paciente [27]. En este sentido la mortalidad varía del 9 al 70% dependiendo de la región [28]. No obstante, si la enfermedad no es diagnosticada de manera adecuada las posibilidades de que el paciente fallezca aumentan a 90% dada la falta de un tratamiento correcto, donde la persona sufre un choque post-sepsis o un rápido deterioro ya sea del sistema musculoesquelético o el sistema nervioso central, lo que acorta la esperanza de vida del mismo [29, 30].
Por otra parte, diversos estudios han puesto en evidencia que existe una predisposición a enfermar de melioidosis en aquellas personas que tienen diabetes mellitus, edad avanzada, enfermedades subyacentes preexistentes (enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar, enfermedad cardíaca) y talasemia [31]. Otros factores que aumentan el riesgo de enfermar de melioidosis incluyen el alcoholismo, la enfermedad hepática, el uso prolongado de esteroides y la terapia inmunosupresora [32]. Es importante mencionar que no todos los casos de melioidosis están relacionados con enfermedades predisponentes, ya que aproximadamente entre el 20 y el 26% de los casos carecen de factores de riesgo identificables [33].
Detección de melioidosis
A pesar de su prevalencia y de las graves consecuencias que puede tener para la salud humana, la melioidosis es una enfermedad que puede pasar desapercibida dada la similitud clínica con respecto a otras enfermedades [34]. El aislamiento de B. pseudomallei a partir de muestras de suelo, agua o sedimento se basa en un procedimiento operativo standard, llamado SOP (Standard Operating Procedure, por sus siglas en inglés) [35]. En este procedimiento se detalla la metodología para su aislamiento, utilizando los medios selectivos Ashdown y un caldo selectivo (solución base, de sales y treonina), así como el agar Columbia o el Mueller-Hinton. El más comúnmente utilizado es el medio Ashdown, donde, después 72-96 h se producen colonias arrugadas de color púrpura. Sin embargo, también pueden aparecer variantes coloniales lisas, brillantes, mucoides o secas con diferentes tonalidades púrpuras. En el caso del aislamiento de B. pseudomallei en hospitales, se utilizan muestras clínicas como líquido cefalorraquídeo, sangre, exudados faríngeos, orina, garganta o heridas. Algunos equipos automatizados que utilizan muestras de sangre, han servido para detectar B. pseudomallei, entre ellos Bactec (Becton Dickinson), BacT/Alert (bioMérieux), BacT/Alert FA aerobic bottle y BacT/Alert MB bottle [36, 37, 38]. En México, se utilizan medios de cultivo de rutina, como agar MacConkey, agar sangre o agar chocolate. Sin embargo, estos medios no permiten la identificación de la bacteria por lo que B. pseudomallei puede ser confundida con otros microorganismos como es Pseudomonas aeruginosa. Diferentes medios han sido desarrollados para la selección e identificación de B. pseudomallei como los mencionados anteriormente para su aislamiento de muestras ambientales. Otros que han sido descritos son agar selectivo para B. pseudomallei (BPSA, por sus siglas en inglés) [39] y el medio Francis [40], siendo estos dos últimos una variante del medio Ashdown, en los cuales se debe esperar de 48-72 h para que se desarrolle la morfología correspondiente, cabe destacar que en estos casos es necesario evitar la formación de aerosoles y se recomienda un laboratorio de bioseguridad nivel 3 (BSL3) y un gabinete de seguridad nivel II para minimizar riesgos de contagio en los trabajadores del laboratorio [41].
Los métodos de diagnóstico de sistemas automatizados pueden incurrir en errores de identificación, siendo B. cepacia la más comúnmente mal identificada cuando se emplean el sistema VITEK® 2 GN ID (bioMérieux) y la prueba API® 20 NE (bioMérieux) [42]. Por otra parte, la espectrometría de masas por desorción láser asistida por matriz-tiempo de vuelo (MALDI-TOF MS) ofrece un proceso de identificación significativamente más rápido en comparación con las técnicas bioquímicas mencionadas anteriormente; sin embargo, su efectividad se ve limitada por las bases de datos comerciales existentes. Las bases de datos actuales para el diagnóstico estándar de los dos sistemas MALDI-TOF MS comercialmente accesibles, como el Bruker Microflex Biotyper y el bioMérieux VITEK MS, no contienen la información de B. pseudomallei, lo que lleva a frecuentes identificaciones erróneas de B. psuedomallei como B. thailandensis o B. cepacia [43].
En el área de biología molecular se han desarrollado diferentes técnicas para la identificación de B. pseudomallei, como es el multiplex PCR, el cual diferencia las especies del grupo B. pseudomallei entre sí con especies del complejo B. cepacia. El multiplex PCR se puede basar en la amplificación de elementos repetidos conservados que flanquean una metaloproteasa [44], proteínas hipotéticas, regiones conservadas del fragmento16S del gen ribosomal rrs del complejo B. cepacia [45], betalactamasas de diferentes tipo [46] y un PCR quadruplex en el que se amplifican genes que codifican para proteínas hipotéticas específicas para B. mallei, B. pseudomallei y B. thailandensis así como fliC, que es propia de todas las especies del grupo B. pseudomallei [47]. Así mismo, se han creado multiplex PCR para identificar y diferenciar a B. pseudomallei de B. mallei como es la PCR cuantitativa que amplifica genes que codifican para una proteína putativa acetil transferasa en B. pseudomallei y una proteína asociada a una fago integrasa en B. mallei [48].
Por otra parte, también se han desarrollado diversas técnicas para la detección de antígenos o genes, utilizando muestras como suero, sangre, esputo, orina y otros fluidos corporales, entre los que se encuentran la amplificación de genes blancos correspondientes a fragmentos del sistema de secreción tipo 1 y el fragmento 16S del gen rrs. Sin embargo, la sensibilidad y especificidad de estas pruebas varía según el tipo de muestra y la región, con sensibilidades que oscilan entre el 25.86 y el 100%, y especificidades que van del 91.74 al 100% [49, 50, 51, 52, 53, 54, 55]. En el caso de pruebas ELISA se han reportado sensibilidades de hasta el 96.43% y especificidades de hasta 85.32% [41, 46, 50, 56, 57]. Otras pruebas inmunológicas para su diagnóstico son el inmunocromatográfico (ICT) con sensibilidades que alcanzan hasta el 100% en algunas variantes, aunque la especificidad puede ser más baja, en algunos casos alrededor del 47.03% [58, 59] y un ensayo inmunofluorescente (IFA), que ha documentado su aplicación en Tailandia y Laos, con una especificidad que alcanza el 99.77% [60, 61, 62]. Un resumen de metodologías utilizadas para la detección de B. pseudomallei se enlistan en la Tabla 2.
Tratamiento y prevención
El tratamiento para la melioidosis tiende a ser prolongado dado que B. pseudomallei puede permanecer de forma latente por muchos años, el tiempo más largo detectado ha sido de 62 años, donde una persona originaria de Texas, EUA, que fue prisionera de guerra por los japoneses durante la segunda guerra mundial y que nunca más viajó al extranjero, presentó una úlcera en un dedo de la mano a partir de la cual se aisló B. pseudomallei (cepa TX2004) [63]. No obstante, en 2020 [64], una persona del mismo estado fue diagnosticado con melioidosis, aislando a la cepa TX2018b. La persona no había viajado recientemente a lugares endémicos de melioidosis y el CDC (Centers for Disease Control and Prevention, por sus siglas en inglés) no encontró a la bacteria en el lugar de residencia de la persona. No obstante, aun cuando el lugar de infección es desconocido, es posible que ambas personas se hayan infectado en su residencia dado que el análisis del genoma asocia a las cepas TX2018b y TX2004 con otra cepa obtenidas en Arizona y no con cepas de B. pseudomallei provenientes de pacientes en Asia. El tratamiento de melioidosis es limitado ya que B. pseudomallei es resistente a una amplia gama de antibióticos entre los que se encuentran cefalosporinas, aminoglucósidos penicilinas y polimixinas de primera, segunda y tercera generación mostrando sensibilidad a ceftazidima, carbapenemicos, amoxicilina-clavulanato, piperacilina-tazobactam, doxiciclina y trimetoprim-sulfametoxazol [65], siendo la ceftazidima y el trimetoprim-sulfametoxazol los más destacados en tratamiento, de tal forma que este se basa comúnmente en dos fases [66]. La fase uno o intensiva consiste en administración intravenosa de carbapenémicos o cefalosporinas (comúnmente ceftazidima) esta puede durar de 10-14 días, aunque suele extenderse hasta más de un mes en caso de presentarse choque séptico, abscesos en órganos, osteomelitis, melioidosis neurológica, entre otras [67]. La fase dos o de erradicación, comúnmente empleada después de la fase uno, aunque también es destinada a infecciones superficiales o de bajo riesgo, consiste en administración oral, principalmente de trimetoprim-sulfametoxazol, aunque en ocasiones puede variar a doxiciclina o amoxiciclina-clavulanato y puede extenderse de 12 a 20 semanas y en caso de presentarse comorbilidades o en infecciones multifocales puede tomar un mayor tiempo [66]. No obstante, en un 4% de los casos se presentan recaídas [68].
A lo largo de los años se han desarrollado diferentes tratamientos para la melioidosis, sin embargo, aún no existen vacunas en el mercado dada la dificultad en el diseño de una vacuna que sea efectiva tanto para prevenir infecciones agudas como crónicas, así mismo, los requerimientos de bioseguridad al tratarse de un agente BSL3 retardan los estudios [69]. Algunas de las posibles vacunas estudiadas son las vacunas de vida atenuada y subunidades proteicas, además se han identificado varios antígenos proteicos, toxoides y proteínas recombinantes como candidatos vacunales, sin embargo, este campo aún sigue en estudios preliminares [69].
Distribución mundial de Burkholderia pseudomallei
Burkholderia pseudomallei es encontrada con gran frecuencia en muestras de suelo, agua o sedimento en el sureste de Asia como en el norte de Australia [70]. Sin embargo, en la actualidad, B. pseudomallei es considerada endémica de 48 países tropicales alrededor del mundo, abarcando el sur y sureste de Asia, Australia, las naciones de islas en el océano Índico y Pacífico, África sub-Sahariana, América Central y del Sur, y el Caribe (Fig. 2) [4].
Figura 2. Distribución geográfica global de Burkholderia pseudomallei. La información se basa en evidencia consenso obtenida desde enero de 1910 hasta septiembre de 2022. Tomado y modificado de [4].
También, de acuerdo a la distribución geográfica mundial, existe evidencia de casos de melioidosis en nuevos países como Benín, Camerún, República Democrática del Congo, Eritrea, Estados Federales de Micronesia, Mali, Ghana, Nepal, Nicaragua, Santa Kitts & Nevis y Trinidad & Tobago, y recientemente se incluyó el sur de Estados Unidos [4]. El surgimiento de un paciente proveniente de Texas, Estados Unidos con melioidosis en 2018 [71], sugirió la presencia de la bacteria en esta área. Sobre esta misma línea, en 2022 se recuperó a B. pseudomallei de suelo y agua en el estado de Mississippi, Estados Unidos, la cual estaba relacionada con dos casos de melioidosis en el área, de tal forma que se sugiere que la melioidosis es endémica de la región de la costa del Golfo de Mississippi [64]. En América la presencia de melioidosis se ha reportado en México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Guadalupe, Aruba, Islas Vírgenes Británicas, República Dominicana, Martinica, Brasil y Puerto Rico [2, 72]. En este último país, aun cuando se ha reportado melioidosis, solo se aisló o se detectó por PCR a la bacteria en tres puntos adyacentes del mismo sitio en la parte norte de la isla [12].
Distribución de Burkholderia pseudomallei en México
En México, el aislamiento de cepas de B. pseudomallei en muestras clínicas demuestra evidencia de la presencia de la bacteria en el país. Recientemente, en la Ciudad de México se identificaron cepas de B. pseudomallei que fueron erróneamente identificadas con el sistema VITEK2 como B. cepacia, y las cuales fueron aisladas de exudados faríngeos de niños que llegaron al Hospital Infantil de México Federico Gómez entre 2012 y 2016 con neumonía [73]. En este estudio se analizaron 10 cepas mediante la secuencia del fragmento 16S del gen rrs y atpD, y posteriormente se confirmó su identificación como B. pseudomallei mediante el análisis del genoma [74]. Desafortunadamente, se desconoce el desenlace de la enfermedad en los menores del Hospital Infantil, así como tampoco se conoce la región de procedencia de los niños, por lo que se puede mencionar la presencia de la bacteria en México, pero no la zona específica.
En México, se estima que la melioidosis afecta a aproximadamente 550 personas por cada 100,000 habitantes al año, lo que la convierte en la región con la prevalencia más alta de América del Norte [3]. La mayor incidencia de casos hasta el momento se observa principalmente en los estados ubicados a lo largo de la costa del Pacífico mexicano, aunque también hay algunos descritos tanto en el norte como el sudeste del país (Fig. 3). No obstante, dado que los reportes de la bacteria son limitados, no se conoce con exactitud su distribución en México, por lo que tampoco se podrían asociar factores ambientales a la presencia de B. pseudomallei en nuestro país.
No obstante, a lo largo del tiempo (1958 a 2021), solo se han registrado oficialmente 26 casos en total, de los cuales 12 fueron diagnosticados en países extranjeros como Estados Unidos y Canadá. Estos países vinculan la adquisición de la infección a México, según la información recopilada a partir del historial de viaje de los pacientes y los detalles específicos que se presentan en la Tabla 3.
Figura 3. Mapa de la República Mexicana en el que se muestra la distribución de casos clínicos conocidos de melioidosis en un periodo de 1958 a 2023. Creado con mapinseconds.com.
Los primeros casos en México fueron diagnosticados en el año 1989, de los cuales dos tuvieron un desenlace fatal [76]. Pasaron 20 años antes de reportar nuevamente casos de melioidosis dentro del país, el cual se presentó en un hombre de 30 años sin historial previo de viaje [87]. En el 2012 ingresó en la Fundación Médica Sur, un paciente varón de 29 años de edad con infección aguda, caracterizada por fiebre, disnea y taquicardia, así como cefalea con 48 h de evolución, el cual refirió haber viajado a Acapulco, Guerrero, una semana antes; se le prescribió un esquema inicial de antibióticos, los cuales incluían vancomicina, cefepime, claritromicina y moxifloxacino, se realizaron cultivos de expectoración, líquido pleural y hemocultivos, los cuales dieron positivo a B. pseudomallei, se aplicó el tratamiento correspondiente llevando a la recuperación total del paciente [78].
Posteriormente, en el año 2015, se presentó el primer caso de melioidosis en el estado de Sonora en el Hospital General de Zona No. 14, ingresó, por sepsis, un paciente masculino de 48 años que padecía de diabetes mellitus, éste presentó un absceso en la piel que databa de hacía cuatro meses y fiebre con siete días de evolución de hasta 40ºC, se inició un tratamiento con meropenem y vancomicina; estudios posteriores revelan múltiples abscesos en bazo e hígado, se identificó B. pseudomallei mediante método automatizado VITEK2 [81]. Se añadió trimetoprim/sulfametoxazol al esquema antibiótico derivando en la recuperación total del paciente un mes después.
El caso más joven corresponde a un niño de 6 años, residente de Tuxtepec, Oaxaca, que fue ingresado al Hospital General Aurelio Valdivieso en la capital de este estado, tras padecimientos de dos meses de evolución al que se le diagnosticó neumonía atípica adquirida en la comunidad [83]. B. pseudomallei se aisló en un cultivo cefalorraquídeo derivando en la aplicación del tratamiento correspondiente, sin embargo, el infante falleció a los 18 días de ingreso al hospital.
En años más recientes, en el 2020, se vio afectado un pescador del sureste del país de 59 años con diabetes mellitus, el cual presentaba fiebre cuatro meses después de una herida en una pierna, la cual cicatrizó de forma natural [85]. Estudios posteriores evidenciaron un absceso hepático del cual se aislaron colonias púrpuras e irregulares en agar MacConkey, para identificar la bacteria se realizó una secuenciación del fragmento 16S rRNA identificando a B. pseudomallei. El paciente fue tratado con meropenem y trimetropim-sulfametoxazol, logrando su recuperación total.
En el año 2021 se presentaron otros dos casos de melioidosis en el estado de Sonora, dos hermanos de 12 y 16 años, los cuales presentaban fiebre y dolor en cabeza, pecho y abdomen, nausea y diarrea, dos días anteriores refieren haber estado nadando en un cuerpo de agua conocido como El Cajón del Chotaqui, sin historial de viajes fuera del estado [86]. La infección fue tratada con ceftazidima, vancomicina y fluconazol en dosis única, sin embargo, desarrollaron un choque séptico fatal a las 7 h de admisión al Hospital Infantil del estado de Sonora en la ciudad de Hermosillo. Sin aparente agente causal en este punto se tomaron muestras de tejido de hígado, pulmón, bazo, fluido cerebroespinal y aspirado bronquial, de las cuales se aislaron colonias en agar sangre y medio MacConkey. Los aislados nombrados HCLR2, HCLR3 y HCLR7 fueron identificados con el sistema VITEK2 como B. pseudomallei. Tras dicho resultado se tomaron muestras ambientales de la localidad donde los niños habitaban y de igual manera fueron sembradas en medio Ashdown [88], logrando la obtención de dos aislados denominados SoA9 y S2Se-3.1 que presentaban la típica morfología colonial de B. pseudomallei. Tanto los aislados clínicos como las ambientales se identificaron por secuenciación del fragmento 16S rRNA, con lo cual se confirmaron como B. pseudomallei. Por otra parte, se les realizó un BOX-PCR, en el cual todas las cepas clínicas y ambientales mostraron un mismo patrón, lo que demostró que la infección provenía del sitio donde los niños solían bañarse de manera recreativa. Este caso en particular es significativo, ya que permite, por primera vez, establecer una conexión entre las infecciones y el ambiente, denotando así que la bacteria se encuentra en México. Por otra parte, esto también demuestra que B. pseudomallei no solo se encuentra en ambientes tropicales y subtropicales, sino en un ambiente desértico, como fue el caso en Australia, en donde se han aislado varias cepas de B. pseudomallei tanto del ambiente como de animales en zonas no tropicales [89].
En octubre del 2023, en la Paz, Baja California Sur ocurrió un evento climatológico denominado huracán Norma, a partir del cual se presentaron 5 casos de melioidosis, de los cuales 4 fueron fatales, uno de ellos fue en el mes de noviembre, dos en el mes de diciembre y uno más en el mes de enero de 2024 [90, 91]. Las 5 personas padecían de diabetes [92] y el gobierno del estado de BCS declaró que el agua potable distribuida en la ciudad no presenta riesgo por melioidosis, ya que no contiene a B. pseudomallei [93], lo cual es consistente con lo descrito anteriormente ya que la bacteria es sensible al cloro y la luz ultravioleta en agua [4].
Por otro lado, los primeros reportes de diagnósticos llevados a cabo en Estados Unidos son los correspondientes al año de 1958 [2] y 1985 [75], en los que se informa de pacientes masculinos de 22 y 72 años, respectivamente, siendo el último fatal. No fue hasta el año 2009, que se realizó otro diagnóstico de melioidosis, este en el estado de California, en donde el origen de la infección correspondía a México [72], un año después se reporta a una mujer de 42 años con historial de viaje a México y Costa Rica [87].
Entre los años 2011 y 2014 se presentaron 4 casos más, los cuales corresponden a una mujer de 22 años, un niño de 10 años, un hombre de 66 años y una mujer de 70 años; en los dos primeros casos los pacientes contaban con historial de viaje a México; siendo los dos últimos de origen mexicano, aunque el hombre también prestó servicio en Vietnam [80, 87].
Algunos casos se caracterizan por haber visitado México durante fenómenos tropicales como son aquellos que ocurrieron en el año 2014 y 2017, en los que una mujer de 59 años presentó una infección de B. pseudomallei, siete días después de haber visitado Los Cabos, Baja California Sur durante el huracán Odile [79] y una mujer de 60 años de edad quien fue diagnosticada con melioidosis una semana después de una estadía de nueve días en Cabo San Lucas, Baja California Sur que coincidió con la llegada de la tormenta Lidia [82]. Todo esto sugiere que B. pseudomallei está presente en el estado mexicano de Baja California Sur, aunque no ha sido aislada de muestras ambientales todavía.
Los últimos casos reportados datan del año 2018 en el que uno de estos, su última visita a México asciende a más de 30 años [71]; en el mismo año también se reporta el único caso canadiense en un hombre de 65 años, el cual contaba con un historial de viaje a México 4 semanas antes de presentar los primeros síntomas [84].
Cambio climático y melioidosis
Aun cuando B. pseudomallei ha sido clasificada como endémica de regiones tropicales (25° latitud norte y sur), su presencia es notable en el sudeste de Asia y el norte de Australia, así como en algunas zonas del continente africano. También, B. pseudomallei ha sido aislada de muestras clínicas, animales, suelo o agua en zonas de templadas a áridas en la Costa del Golfo de Estados Unidos [94], el suroeste de Australia occidental [89] y el norte de México [86]. Dado que la presencia de B. pseudomallei está asociada a fenómenos tropicales y temporadas de lluvia, se ha especulado que puede estar en ambientes no tropicales en un estado latente [89]. La latencia de B. pseudomallei fue sugerida después de un estudio donde se observó la persistencia de la bacteria a lo largo de un periodo de 50 años. Las cepas aisladas en ese tiempo mostraron cambios genéticos mínimos, sugiriendo una latencia, así como activación y potencial distribución local por aerosoles después de lluvias intensas [89]. También puede sobrevivir en ausencia de nutrientes [95].
Por otro lado, se estima que el cambio climático está generando fenómenos meteorológicos extremos que podrían favorecer los brotes de enfermedades infecciosas [96] por lo que el incremento de lluvias intensas en las zonas tropicales aumentará el peligro de melioidosis debido a que la bacteria puede surgir de las profundidades del suelo por el movimiento del agua. Se ha reportado en una zona árida del centro de Australia, donde no son frecuentes los casos de melioidosis, que estos se presentaron después de lluvias torrenciales atípicas [97]. La presencia de B. pseudomallei en suelos profundos se observó en un estudio donde se determinó que la bacteria puede ser aislada hasta 300 cm de profundidad [98]. Por lo que es posible que el acrecentamiento de las precipitaciones en áreas no tropicales expandirá las zonas propicias para la aparición de B. pseudomallei y como consecuencia de la melioidosis [99], como fue el caso de melioidosis en Sonora [86].
Información de B. pseudomallei y melioidosis disponible para la población
Un aspecto importante es dar a conocer información sobre el potencial riesgo para adquirir la enfermedad en México. Dado que solo se conocen algunas zonas donde se ha detectado a la melioidosis (Fig. 3) y la enfermedad es poco frecuente, se ha hecho poco para informar a la población sobre la misma. En Sonora, después de los casos fatales, la Secretaría de Salud Pública del estado promovieron una página de Facebook [101], alertando a la población sobre melioidosis y la potencial adquisición de la enfermedad después de eventos climáticos como tormentas y huracanes. También, se llevó a cabo un simposio de melioidosis en 2019 en la ciudad de Hermosillo, donde se presentaron expertos en la bacteria y la enfermedad provenientes del CDC y universidades de Estados Unidos, así como personas del sistema de salud de Oaxaca, quienes comunicaron un caso de un niño que falleció por melioidosis en el estado (Tabla 3). Recientemente, la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud a través del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE, por sus siglas en español) “Dr. Manuel Martínez Báez”, desarrolló la Guía para el diagnóstico por laboratorio de melioidosis Versión 1.0 [102]. En la guía se detallan aspectos de B. pseudomallei, melioidosis, medidas preventivas y tratamiento para la enfermedad, así como determinan la Red Nacional de Laboratorio de Salud Pública, para la Vigilancia de melioidosis y la toma, manejo y envío de muestras al INDRE para la identificación de B. pseudomallei. Nuestro grupo de trabajo desarrolla el proyecto “Burkholderia pseudomallei agente causal de la melioidosis una enfermedad desatendida en México. Distribución y diagnóstico de la bacteria para una tratamiento certero y rápido”. Financiado por la ahora Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI, por sus siglas en español), con registro CF-2023-I-1332, el cual investiga la presencia de B. pseudomallei en México. Actualmente, se ha determinado la presencia de la bacteria en Baja California Sur [103] y en el estado de Morelos (resultados sin publicar).
CONCLUSIONES
La melioidosis es una enfermedad que puede presentarse en diversas formas, desde infecciones asintomáticas hasta casos graves con manifestaciones clínicas que incluyen fiebre aguda, neumonía, abscesos y septicemia. Es causada por B. pseudomallei que tiene diversos factores de virulencia que le permiten causar los diversos síntomas que pueden llevar a la muerte. Comorbilidades, como la diabetes mellitus son un factor determinante para que se desarrolle la melioidosis. Si la enfermedad no es detectada a tiempo, el paciente puede fallecer en un corto tiempo, es por ello la importancia de su identificación.
A pesar de los avances en medios de cultivo selectivos, técnicas moleculares y herramientas de identificación automatizadas, aún existen retos significativos para su detección en laboratorios. Además, el tratamiento es prolongado y complejo, debido a la resistencia del microorganismo a múltiples antibióticos y la falta de una vacuna efectiva. Aunque se han desarrollado diversos tratamientos y se están estudiando posibles vacunas, la necesidad de alta bioseguridad y las características únicas de la enfermedad siguen representando desafíos importantes en su prevención y manejo.
B. pseudomallei es habitante del suelo y aguas de regiones tropicales y subtropicales, asociándose principalmente con condiciones de humedad, y los brotes de enfermedad se ven incrementados cuando ocurren fenómenos climáticos con abundantes lluvias como huracanes y tormentas. Sin embargo, también se ha observado en zonas no tropicales como la costa del Golfo de California, el suroeste de Australia occidental y el norte de México, lo que podría deberse a la capacidad de B. pseudomallei para sobrevivir en ambientes no tropicales en un estado latente. En este sentido, es posible que el cambio climático tenga un impacto importante en la distribución de B. pseudomallei en regiones donde antes no se aislaba. Esto llevaría a un aumento en la incidencia de melioidosis, lo cual debe ser considerado por las autoridades sanitarias de muchos países para implementar las medidas de diagnóstico de esta bacteria. En este escenario, destaca la necesidad de una monitorización constante, investigación y preparación para abordar posibles cambios en la epidemiología de la melioidosis en México.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran que no tienen intereses en competencia.
AGRADECIMIENTOS
Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, Proyecto de Ciencia de Frontera 2023-I-1332 y Secretaría de Investigación y Posgrado, Instituto Politécnico Nacional Proyecto Individual 2024-0117.
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